6 aspectos claves de la Ley de Economía Naranja que deberían preocuparnos

En Colombia el presupuesto dedicado a la cultura apenas llega al 0,2% del presupuesto de la nación, y como si esto no fuera poco, para 2016  el presupuesto cayó un 14%, paso de $390 a $335 mil millones de pesos y, para 2017 ante los recortes anunciados por más de 5 billones de pesos en el presupuesto general de la nación el impacto en el sector cultural no fue menor.

la legislación en Colombia no contempla a los trabajadores del sector cultural, quienes por las particularidades propias de la labor que realizan requieren de un régimen laboral y de seguridad social específico

La baja inversión presupuestal esta acompañada de una política pública de cultura casi inexistente; la principales facultades de artes del país se están cayendo a pedazos, el apoyo a los artistas y a los trabajadores de la cultura esta limitado a una oferta de concursos y por si fuera poco, la legislación en Colombia no contempla a los trabajadores del sector cultural, quienes por las particularidades propias de la labor que realizan requieren de un régimen laboral y de seguridad social específico.

De manera aislada, varios gremios del sector se han organizado en sindicatos y asociaciones y han desarrollado iniciativas como la ley del actor, la ley de directores, la ley del artista, ley de estímulos a la creatividad entre otras, que, sean buenas o malas, reflejan que existe una problemática y que es necesario sentarnos a organizar el sector cultural del país.

un proyecto de ley que desconoce por completo la realidad del sector y no responde a las necesidades planteadas con anterioridad

Ante esta situación, el gobierno ha respondido con la aprobación de un proyecto de ley que desconoce por completo la realidad del sector y no responde a las necesidades planteadas con anterioridad. De manera silenciosa, en el congreso pasó sus cuatro debates La ley de Economía Naranja, una iniciativa del Senador del Centro Democrático, Iván Duque, quien durante varios años estuvo a cargo de los temas relacionados con la economía creativa en el Banco Interamericano de Desarrollo, BID.

no fue discutido con las organizaciones y gremios de artistas del país. Por tanto, es un proyecto de ley construido a espaldas de quienes tendrán que implementarlo

Después de realizar un análisis detallado de los artículos contemplados en este proyecto de ley, salen a la luz varias preocupaciones por parte del sector:

  1. Este proyecto de ley se contempla como ley marco para el arte y la cultura en Colombia. Pero no fue discutido con las organizaciones y gremios de artistas del país. Por tanto, es un proyecto de ley construido a espaldas de quienes tendrán que implementarlo.
  2.  El concepto de arte es desdibujado y se trata como una mercancía al ser incluido como igual dentro de un sin número de sectores de los que se busca principalmente obtener lucro. Esta ley pretende legislar sobre lo que denominan el sector creativo es decir, según el texto, “libros, impresiones, academia, revistas, periódicos, literatura, bibliotecas, audiovisual, cine, televisión, fotografía, video, discografía radio, artes visuales y escénicas, conciertos, presentaciones, teatro, orquestas, danza, opera, artesanías, diseño, moda, turismo cultural, arquitectura, museos y galerías, gastronomía, videojuegos y ecoturismo”.
  3. Se busca crear un Consejo Nacional de Economía Naranja, que legisle sobre todos los sectores nombrados anteriormente y que no cuenta con la participación de ningún representante del sector cultural. Según la ley este consejo contará con la participación de los Ministerios de Hacienda, Trabajo, Educación, Comercio, Cultura y TIC´s, DANE, SENA, Bancoldex, Procolombia y Findeter. Una política pública que se hace sin la participación del sector, desde el inicio ya es una política incompleta. Este ambicioso proyecto de ley que, según su exposición de motivos, busca fortalecer toda la industria creativa de Colombia, no ha sido consultado, discutido, ni complementado con las organizaciones y representantes de cada uno de los sectores y por tanto, no representa los intereses del sector artístico y cultural del país.
  4. Este proyecto de ley más que solucionar las problemáticas, busca que en medio de la crisis, la cultura sirva como escenario para nuevos negocios con grandes empresas nacionales e internacionales. Es importante resaltar que este sector también aporta a la riqueza de la nación, pero si primero no se fortalece la producción nacional, estaremos ante un nuevo caso de competencia desigual, en donde la desprotección y la falta de garantías llevarán a la ruina a los pequeños productores colombianos.
  5. Dentro de los acuerdos de libre comercio la cultura se ha negociado como una mercancía más, este tema es un debate público a nivel internacional en donde países como Francia o Canadá abogan por la clausula de excepción cultural, según la cual las artes y la cultura son parte fundamental de la identidad de las naciones y por tanto no pueden ser negociadas como un bien o servicio cualquiera. Como esta consignado en la exposición de motivos del proyecto, “El principal objetivo de la Ley de Economía Naranja es abrir el campo jurídico para que las industrias culturales extranjeras entren al mercado colombiano con las mismas garantías que la incipiente industria nacional”.
  6. Este proyecto de ley no habla del fortalecimiento del sector a través del apoyo financiero del Estado, por el contrario, entrega al capital financiero el manejo de la cultura. En materia de presupuesto sólo contempla créditos y líneas de inversión a través de Bancoldex, Findeter, Procolombia, entre otros, con lo que finalmente se traslada el problema de falta de presupuesto al creador y al consumidor quienes serán los responsables de solventar estas líneas crediticias, dificultando cada vez más la producción y el acceso de los colombianos a la cultura.

Finalmente, a manera de reflexión, todos los artistas, trabajadores del arte y la cultura y colombianos en general debemos sentarnos a revisar lo que fue aprobado en el Congreso, es cierto que  la cultura de Colombia necesita una legislación que este acorde con el estado actual del sector, pero para que una nueva estructura normativa funcione primero debe ser concertada de la mano con quienes son la materia prima; los artistas y trabajadores.

A falta de garantías, el artista y creador colombiano podría, con su producción a pequeña escala, terminar siendo un empleado más de las grandes empresas de la creatividad y ver cada vez más difícil la posibilidad de continuar con su producción propia

Quedan muchas dudas sobre esta Ley y una gran preocupación. La búsqueda de negocios y rentabilidad puede llevar a la desprotección de la producción cultural de la nación que, aunque es importante, debe ser fortalecida para que pueda competir de igual a igual con la industria cultural extranjera y con la denominada cultura mainstream o del entretenimiento. A falta de garantías, el artista y creador colombiano podría, con su producción a pequeña escala, terminar siendo un empleado más de las grandes empresas de la creatividad y ver cada vez más difícil la posibilidad de continuar con su producción propia.

Como esta planteada esta Ley Marco, el Estado se quita la responsabilidad de solventar la cultura en el país y por el contrario la entrega al sector financiero, tal como pasó con la desfinanciación de las universidades públicas y la creación de una entidad como el ICETEX que cada vez tiene a más estudiantes y familias con deudas impagables en Colombia. Es claro para todos que en el sector financiero cualquier “mercancía” que no genere alta rentabilidad tiende a desaparecer.

Es positivo el artículo de la ley que plantea el fortalecimiento de los sistemas de información del sector cultural

Es positivo el artículo de la ley que plantea el fortalecimiento de los sistemas de información del sector cultural a través del DANE y la actualización de la Cuenta Satélite de Cultura. Realmente este es uno de los primeros pasos que, de la mano con lo que puedan aportar los representantes del sector, arrojarán con mayor claridad las necesidades concretas y las posibles soluciones.

Finalmente, es fundamental que Colombia inicie una amplia discusión en donde estén todos los actores involucrados; el gobierno, el sector privado y los representantes de las distintas organizaciones del sector para que se cree una nueva Ley General de Cultura que incluya el fortalecimiento de la producción nacional y la protección del trabajador.

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El Chapín y la Unidad Nacional de Artistas invita a conversar sobre el tema en profundidad con Aurelio Suárez este miércoles 10 de mayo a las 6:00 p.m. en el Tatro Barajas, detalles.


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