Con Claudia y Manuel, ¡Bogotá SÍ tiene arreglo!

A la hora de votar, muchos ciudadanos siguen inclinándose por la pinta, el tono y la cara de buena persona del candidato. Todo eso importa, pero en política no solo se ven las caras, lo fundamental es el programa y los intereses que representa. Es el alma de un candidato, y entenderlo es vital para evitar frustraciones y descaches políticos. El mejor ejemplo es Duque, bonachón con buen tono y cara de buena persona, que ha sido todo un fiasco como presidente, precisamente por las nefastas políticas que representa.

Por eso, al examinar los programas y las posiciones de los Candidatos a la Alcaldía de Bogotá, mi voto es por Claudia López, cuyas propuestas logran sintonizarse con los intereses y las necesidades de cambio de las grandes mayorías de la Capital. En movilidad propone una red de Metros, y supera la funesta noción peñalosista de que “Transmilenio hace lo mismo que un metro”. No construirá TM por la Séptima, donde no cabe, ni por la 68, por donde debe ir otra línea de metro.

También le apuesta a la salud como derecho y a programas de prevención y salud pública. En materia ambiental está comprometida con la defensa de la estructura ecológica principal de Bogotá, que incluye la protección y restauración de la Reserva van der Hammen y la preservación de los cerros y de los humedales, que bajo su gobierno estarán libres de cemento.

Su compromiso con el patrimonio público es total. En lugar de intentar privatizar los activos públicos a menos precio, como lo hizo Peñalosa, convertirá a la Empresa de Energía de Bogotá en un bastión de las energías limpias, y a la ETB en una poderosa herramienta para democratizar el acceso a internet, conectar a los habitantes de Bogotá con las nuevas tecnologías y promover los derechos digitales de la ciudadanía.

Claudia también ha demostrado con suficiencia que su lucha contra la corrupción es real, y que la suerte de las clases medias, de los profesionales, los trabajadores, las mujeres, los empresarios y los sectores populares le duele, le importa, y por ello trabajará en mejorar las condiciones de estos grupos poblacionales.

Además, como lo ha dicho el senador Robledo Claudia López es la única que puede derrotar a Peñalosa, quien intenta reelegirse en cuerpo ajeno. A estas alturas ya es claro que Galán está respaldado por buena parte del establecimiento, y así utilice publicidad engañosa para venderse como independiente, su origen, sus compadres y toda su historia política evidencian su estrecho vinculo con los partidos tradicionales, con Peñalosa y Vargas Lleras. Galán es uno más de los mismos con las mismas y su programa asegura la continuidad de un gobierno impopular e ineficiente. Claudia, en cambio, representa una ruptura con quienes han mal gobernado a Colombia y Bogotá.

Al Concejo, la mejor opción es votar por Manuel Sarmiento, Polo 3, sobresaliente concejal que se ha destacado por su rigor investigativo, la seriedad de sus debates y su valentía a la hora de luchar contra las políticas de Peñalosa. Manuel le propone a Bogotá un programa de empleo público que la ayude a superar su falta de plazas de trabajo, defiende la clase media empresarial cada vez más asfixiada por el libre comercio, y aborda el tema de la inseguridad desde una perspectiva integral. También defiende la producción y el acceso a la cultura y a las comunicaciones como derechos ciudadanos. Por todo eso, mi voto de confianza es por Manuel y por el equipo que quiere acompañarlo en las juntas administradoras locales.

Este domingo saldré a votar con la plena convicción de que con Claudia en la Alcaldía y con Manuel en el Concejo, ¡Bogotá Sí Tiene Arreglo!


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