La ley del garrote, Bogotá, ¿Mejor para quién?

El pasado 26 de octubre se presentó presentó un hecho vergonzoso en la capital. Un grupo de policías golpearon brutalmente a miembros de la comunidad Embera que trataron de ingresar al sistema de transporte Transmilenio sin pagar el pasaje. El video de la agresión que sufrieron estas personas comenzó a circular en redes sociales. Como es de esperarse el video se viralizó rápidamente y todo el mundo comenzó a hablar de esta noticia.

En el video se puede observar a un grupo de policías uniformados atacando a indígenas, entre ellos mujeres y niños. La escena ocurre frente al Centro de Memoria , Paz y Reconciliación para hacer todo un poco más pintoresco.

Muchos de los casos que por estos días han ocurrido en el país dejan en evidencia una vez más el papel de las instituciones en Colombia y su legitimidad que cada día se cuestiona más.

El problema es que todo se nos está convirtiendo en paisaje, ¿por qué?

Seguramente su accionar siempre ha sido el mismo, pero ahora podemos viralizar la información en tiempo récord. Gracias a las redes y a los medios alternativos que en su mayoría funcionan por medio de canales digitales estamos más informados de lo que pasa, el problema es que todo se nos está convirtiendo en paisaje, ¿por qué?.

Como esta, son varias las noticias de abuso de autoridad por parte de las instituciones donde civiles y en muchos casos población vulnerable ha recibido ataques y han sido víctimas de abuso de autoridad por parte de organismos como la Policía y el ESMAD.

La administración de Enrique Peñalosa no es muy abierta a dialogar con los ciudadanos.

Por lo que en las noticias y en los medios se ve y se lee nos hemos podido dar cuenta que la administración de Enrique Peñalosa no es muy abierta a dialogar con los ciudadanos. Desde su posesión esta alcaldía ha demostrado que todo lo quiere arreglar por las malas.

Parece ser que cada día los ciudadanos de Bogotá estamos más inconformes y lo hemos dejado saber manifestándonos de diferentes maneras, desde diferentes sectores, pero como un hecho sistemático y parece ser que como protocolo establecido por la Alcaldía la respuesta suele ser la represión y los golpes, el abuso de autoridad y el bolillo. ¿Dónde están las acciones de la administración de Enrique Peñalosa para evitar que las cosas siempre terminen mal?, ¿dónde quedó el diálogo?. Parece ser que cuando no se tienen argumentos el plan B es el gas. Una alcaldía que no propone soluciones a ninguna problemática que no brinda alternativas y que a la fuerza nos quieren imponer un modelo de ciudad donde hace rato nos hicieron ver que para ellos no cabemos todos.

Instituciones como la Policía y el ESMAD, que accionan por orden de unos pocos, parecen haber olvidado a los débiles, ya no existe respeto por la población vulnerable, no existe respeto con ninguna condición, cuando se supone que su labor debe estar enmarcada en la defensa de la ciudadanía. Debe indignarnos que los encargados de “representar el orden” lancen un gas a niños en condiciones de discapacidad, a protestantes legítimos que tienen su casa llena de moscas, a profesores que exigen mejorar sus condiciones laborales, a personas que exigen un servicio de transporte digno, etc.

Pero que no se le olvide al Alcalde que cada día nos estamos informando más, cada día estamos más alerta

Se siente en la ciudad un ambiente de represión alentado por Peñalosa. Pero que no se le olvide al Alcalde que cada día nos estamos informando más, cada día estamos más alerta y estamos tratando de manifestarlo de diferentes maneras. Estamos perdiendo la la confianza en las instituciones  y esto es algo que no se recupera a los golpes.


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