En Suba no se vio la “gerencia” de Peñalosa

Peñalosa se hizo elegir como Alcalde de Bogotá vendiéndose como un “gran gerente”, pero durante su mandato demostró que se trataba de un plutócrata, el gerente de intereses particulares que no beneficiaban a los bogotanos.

La inversión social no fue su prioridad y los pocos recursos destinados a este fin no se invirtieron de manera planificada y en algunos casos ni siquiera se ejecutaron. Ello explica los incumplimientos en la contratación y ejecución  de la Alcaldía Local de Suba para el periodo 2016-2019, que pueden observarse en el informe presentado por la Alcaldía saliente el 21 de marzo del año en curso. Al realizar un balance de la gestión del presupuesto local durante la pasada administración se puede concluir que ni siquiera sus propias metas cumplieron. El “gran gerente” en Suba no se vio.

Fiel al desprecio que Peñalosa le tiene a garantizar el derecho a la educación de los menores de 5 años, la Alcaldía Local aprobó un Plan de Desarrollo Local en 2016 con metas muy bajas en esta materia[1], que además no cumplieron. Se propusieron adecuar la infraestructura de 9 jardines infantiles de la localidad pero sólo adecuaron 3, el 33% de lo prometido.

Tampoco se cumplió la meta de dotar 28 Instituciones Educativas Distritales de Suba. Al día de hoy se han entregado dotaciones al 68% de las prometidas, dejándose contratado, apenas, un 3% más.

Las personas en condición de vulnerabilidad tampoco salieron bien libradas durante el último cuatrienio. La pasada administración fijó como meta beneficiar a 3.000 personas en condición de discapacidad y/o en estado de vulnerabilidad con ayudas técnicas y de rehabilitación integral,  pero a marzo de 2020 sólo se habían beneficiado 1.626 (el 54%), y se dejaron contratados beneficios para 249 personas más, que se deberían entregar durante el 2020, con las que el cumplimiento de la meta llegaría apenas al 65%. Además, los programas propuestos para beneficiar 100 personas en proyectos de emprendimiento rural y a 200 personas con proyectos de asesoría técnica y/o asistencia en tecnologías ambientales sostenibles no se ejecutaron en lo absoluto, ningún beneficio fue entregado a la población. Solo se inició la fase de contratación de estos recursos en 2019, el último año de la administración.

El sector de la infraestructura no fue la excepción. Aunque los financiadores de la campaña de Peñalosa se preciaran de ser los mejores ejecutores de obra pública, en Suba su pericia tampoco se vio. Se comprometieron a construir 46 km/carril de malla vial en la localidad y para marzo de 2020 sólo se había entregado 24 km/carril, es decir el 52% de la meta. Malla vial que incluye también entregas de contratos de la administración pasada, porque lo realmente contratado durante la época de Peñalosa fueron 16 km/carril, un 35% de la meta.

Así mismo, tenían el propósito de construir 55.000 m2 de espacio público en la localidad, de los que únicamente se han entregado 537 m2, el 1%. Aún falta que se entreguen 2.463 m2, contratados en 2017. Con esto y lo entregado hasta el momento el cumplimiento de la meta llegaría a la pírrica cifra de 5,5%. Desde finales del 2017 no se contrató ningún metro adicional.

Y de las 2 hectáreas de espacio público a intervenir con acciones de re naturalización y/o eco urbanismo, apenas se han entregado 0,7 hectáreas, el 35% de la meta; quedando en 2018 contratadas 0,3 hectáreas aún sin entregar, pero sin que en 2019 se dejara contratada ninguna extensión adicional de intervención.

Súmele que de los 8 parques vecinales que se proponían construir en la localidad, para la fecha se ha entregado únicamente 1 y dejaron contratados tan sólo 4 más. Y tampoco se construyeron los dos puentes de escala local que habían prometido, ni se dejó contratada su realización.

Incluso en seguridad tampoco se cumplen todas las metas. De los 3 Centros de Atención Inmediata (CAI) que se pretendían construir y/o adquirir en la localidad, solamente se entregó 1; sin que se dejaran contratados los faltantes.

En conclusión, la Alcaldía Local de Suba de la administración Peñalosa no cumplió. Lo esperado era que por lo menos dejaran contratado el 75% de lo que se habían propuesto como metas, para que el último 25% fuera ejecutado durante 2020. Ahora, la regla es que la contratación quedó por debajo del 75% de lo prometido y lo efectivamente entregado, por supuesto, mucho peor.

¿En que se incumplió? En adecuación de jardines, dotación de colegios, construcción de vías, hechura de parques, entre otros. Midiendo la gestión de su administración con su propia vara, Peñalosa defraudó a los subanos. Bien merecida fue la derrota de su proyecto político el 27 de octubre pasado, cuando Bogotá enterró a Carlos Fernando Galán y Miguel Uribe, quienes querían perpetuar la pesadilla peñalosista.

Gran responsabilidad tiene la administración entrante de remediar el fracaso heredado y, por supuesto, de hacer una profunda crítica de la política que se ha venido aplicando, para cambiar el rumbo y garantizar más derechos de los habitantes de nuestra localidad.


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