Otra pirueta de Gustavo Petro

Bogotá se levantó la mañana de ayer con la noticia de que el senador Gustavo Petro le ofreció la candidatura a la alcaldía de Bogotá al ministro de salud de Juan Manuel Santos y subdirector de Planeación Nacional de Álvaro Uribe, Alejandro Gaviria, una propuesta que se suma a las confusas jugadas del excandidato presidencial en los últimos meses.

La noticia cayó como un balde de agua fría en algunos sectores del “petrismo”, no solo porque ya se mueve con dos candidatos que levantan las banderas de la Colombia Humana -Hollman Morris y Jorge Rojas- sino también porque consideran que Gaviria hace parte del establecimiento que tanto cuestionan. Además de sus altos cargos en los gobiernos de Santos y Uribe, Gaviria fue investigador en el Banco Interamericano de Desarrollo —BID, organismo multilateral controlado por Estados Unidos que, a través de créditos condicionados, aplica sus políticas en el mundo. Pero sin duda lo más llamativo —y que ningún medio parece reseñar— es que el exfuncionario hizo parte de la junta directiva de Bancolombia, de propiedad del Grupo Empresarial Antioqueño —GEA.

El Chapín conoció lo que Alejandro Gaviria ha venido respondiendo, como con libreto, a varios medios: “No fue un ofrecimiento. (Petro) Me llamó y hablé con él. Me preguntó si yo estaría interesado en presentarme a la Alcaldía por una coalición amplia. Fue una reunión muy cordial. Yo estoy contento en la academia y no tengo planes de hacer política electoral”. Lo anterior supone que el exministro veía venir el nubarrón luego de que la semana pasada el supuesto ofrecimiento fuera un corrillo en los pasillos del Congreso de la República.

Esta movida de Gustavo Petro se suma a otras claras contradicciones con los demás sectores declarados en oposición al gobierno de Iván Duque, a saber, el voto a favor del ingreso de Colombia a la OCDE, el voto positivo a las modificaciones a la Jurisdicción especial para la Paz —JEP que propuso el Centro Democrático en cabeza de Uribe en octubre del año pasado y, en pleno debate de Odebrecht, la propuesta de elegir un Fiscal ad hoc en lugar de exigirle la renuncia a Néstor Humberto Martínez.

En las redes sociales también recordaron a Camila Abuabara, una paciente diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda (un tipo de cáncer de la sangre) a la que Gaviria le negó su transplante. Su lucha por sobrellevar la enfermedad se convirtió en una batalla contra un sistema que encabezaba el entonces ministro Gaviria. Como lo escribió la revista Semana en su momento: «Todo parece indicar que, por ahora, el ministro de Salud (…) va ganando la partida sobre el trasplante que Camila Abuabara (…) solicitó en Estados Unidos”. Camila dijo que de regresar a tratarse en el país, como quería el ministro para ahorrarle unos pesos a las EPS, la harían para morir. Un par de meses después, su familia tuvo que enterrarla.

Camila fue una joven llena de valor y un símbolo para la juventud y las mujeres, su caso, que es el de muchos, no debe quedar en el olvido y es claro ejemplo de la necesidad de  transformación del sistema de salud en Colombia. Antes de morir, dejó estas palabras: “La EPS y el ministro de Salud, Alejandro Gaviria –quien intervino en la tutela y garantizó que aquí en Colombia había el mismo tratamiento con las mismas condiciones–, serán los directos responsables de mi muerte”.


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