Proteger el etanol nacional

El etanol se produce en Colombia a partir de la caña de azúcar, de la cual habían cerca 210 mil  hectáreas sembradas en el 2018, 40 mil menos que en 2017 y de esas, tres cuartas partes en predios de  2.750 agricultores y el resto distribuido en manos de los ingenios.

En el cultivo de caña de azúcar se ocupan 290 mil trabajadores. El 69% de las unidades productivas tiene menos de 60 hectáreas. Hace parte de lo que se denomina “cadena productiva del dulce” y en esa cifra no está incluido el sector panelero, que se afecta de forma casi automática cuando se producen efectos negativos en el sector caña – azúcar – etanol, pues se produce una desviación del azúcar a las mieles y panelas cuando los inventarios se hacen excesivos.

De los 110 países que reportan producción de azúcar, Brasil, India y Tailandia son responsables del 43% de la producción mundial. En este contexto de grandes jugadores, Colombia es un país pequeño. En promedio, entre 2013-2017, aunque ocupó el puesto 15° en el ranking de productores y el 12° en el de exportadores, su participación fue tan sólo el 1,3% en la producción mundial y el 1,1% como proveedor.

En 2017, según un estudio de Hughes Hubbard & Reed, Estados Unidos entregó 6.400 millones de dólares para la producción de etanol derivado del maíz. Dichos auxilios se originaron en nueve programas federales y 22 estatales, casi todos con enormes subsidios directos a los productores de maíz. Según Asocaña, este nivel de subvenciones alcanza a ser el 22% del precio del producto.

No en vano de 2017 a 2018 las exportaciones estadounidenses de etanol a Brasil se incrementaron 20%, a Holanda 139%, a Filipinas 18%, a China 12%, a Perú 23% y a Colombia 166%. Estados Unidos abasteció en este último año su demanda interna y tuvo de sobra 1.678 millones de galones.

Para 2018 la demanda colombiana de etanol aumentó un 49% respecto a 2017, como producto del mayor consumo y de la mezcla con gasolina, que el gobierno ordenó incrementar del 8 al 10%. Pero el gran beneficiado no fue el etanol nacional, sino el etanol proveniente de Estados Unidos, que se quedó con el 60% del incremento y se hizo a casi la tercera parte del mercado nacional. Ante la avalancha de etanol importado que lesionó muy duro el sector y ante las presiones de los productores, el Ministerio de Comercio impuso un derecho compensatorio provisional de 9,36% a las importaciones de etanol originario de Estados Unidos entre mayo y septiembre de 2018.

Esa medida, aprobada por la OMC, en nada afectó las relaciones comerciales con EE.UU. Por el contrario, todos los volúmenes puestos en el mercado nacional aumentaron y a Colombia le significó un ingreso fiscal de 10.700 millones de pesos. Lo anterior prueba que, contrariando la doctrina imperante, las medidas de protección de lo propio sí se pueden usar y deben aplicarse en la medida necesaria, antes de que sea muy tarde, para proteger la producción y el trabajo nacionales y de paso, mejorar los ingresos estatales.


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